lunes, 14 de diciembre de 2009

NUESTRO MARCO TEÓRICO

En esta entrada vamos a dar más forma a nuestro punto de vista teórico. Hemos elegido dos grandes paradigmas: el funcionalismo y la escuela crítica, pero, para comenzar, hacer un pequeño esbozo del proyecto ilustrado, el cual se ha desvirtuado. por otro lado, para la metodología, elegiremos el análisis del discurso.


Partir, por tanto y antes que nada, del proyecto propuesto por la Ilustración apoyado en un sujeto ontológico universal, con dominio de la técnica y de la ciencia. Este proyecto es único y está conformado en torno a las tres esferas del ser humano: la técnico-práctica-científica, la ética y moral y la estético-artística La perversión de éste se produce cuando las tres esferas se van separando del proyecto y la técnico-científica, que se apoya en la racionalidad instrumental -que tiene como único objetivo el producto final, independientemente de los medios- adquiere el dominio sobre las otras, tomando como base la eficacia, la rentabilidad y la eliminación de lo no rentable o útil.

Enlazando con los paradigmas tomados, decir que el funcionalismo ve la sociedad como relaciones e interdependencias entre las diferentes partes de la sociedad. Hay dos importantes tipos de relaciones: la función y la capacidad. La función se establece entre las partes y el todo. Por ejemplo, la función de la economía puede ser – según Talcott Parsons – adoptada en sus diferentes formas por la sociedad. La política, por el contrario, da una dirección general a dicha sociedad.

La capacidad hace referencia a lo que una parte puede hacer por otra, por ejemplo, las leyes que reglan el mercado ponen de manifiesto la capacidad que el Estado tiene sobre la economía.

Haciendo un análisis sobre la Conferencia en Copenhague, se podría aplicar la teoría funcionalista ya que se está produciendo el concierto de diferentes sistemas parciales como son la política, la economía etc. a un nivel internacional.

Pero el funcionalismo es una corriente ideológicamente “neutral”. La escuela crítica, por el contrario, es menos una teoría en sí misma y más una manera de aplicar las teorías ya existentes. Elegimos no permanecer neutrales, sino posicionarnos, ya que el cambio climático es un asunto muy serio que va a afectar a toda la Humanidad. Este cambio está incitado por diversas causas, pudiendo destacar entre ellas la polución industrial. Aunque existen diferentes fuentes estadísticas, unas más alarmistas y otras más cautelosas, es importante destacar que esta última también estima que hay poco tiempo para la acción.

La escuela crítica considera los ensayos teóricos tradicionales de una manera afirmativa. Ellos destacan que la estructura social ya existe, está establecida, y que por ello, el cambio no va a ser posible.

Por ejemplo, la teoría de Marx concibe la sociedad estructurada en función de las relaciones económicas. En esta sociedad, la base engloba tanto a las relaciones de producción como a la técnica. En la parte superior de este “edificio” se encuentra la superestructura, contenida en ésta la cultura, incluida en la misma la religión, el tipo de gobierno, las Ciencias, etc. La superestructura es la que legitima la base y la que favorece el comportamiento servil de los miembros de una sociedad, así como el mantenimiento del sistema.

Por otra parte, hacer uso de las aportaciones teóricas de Bordieu, el cual es considerado dualista, claramente marxista, pero con matices.

Para el autor, el sujeto o actor social se crea en un determinado contexto social y actúa con unos fines prácticos, es decir, de manera práctica.

Bordieu realiza un análisis a partir de dos frentes: actores y prácticas por un lado, y estructura por otro. Según el autor, existe una relacion dialéctica entre los individuos y los grupos conservadores y entre los individuos y los grupos progresistas; por un lado encontramos a aquellos que quieren mantener la estructura y, por el otro, a aquellos que quieren cambiarla.

Bordieu critica el funcionalismo y la sociologia de la accion porque los considera análisis pobres. Para él, La Ilustracion está en peligro debido al creacionismo y a los poderes económicos y políticos.

Hemos decidido usar este punto de vista para analizar la Conferencia de Copenhague porque se puede considerar que se está produciendo un ensayo que puede favorecer un giro hacia una situación que sea positiva, pero dicho ensayo falla a causa del sistema existente a nivel general. Somos conscientes de que esto posee una connotación negativa y, por otro lado, se trata de un análisis idealista. A pesar de ello, y como hemos señalado anteriormente, este asunto es tan serio que no podemos permanecer neutrales.

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